Sentirte impaciente esperando tu turno en la fila del supermercado, apretar las mandíbulas por las noches, dormir entrecortadamente o estar a menudo irascible, son algunas de las señales del volumen de estrés con el que vivimos. El problema no son esas señales sino que las aceptemos como parte del ritmo frenético que nos toca vivir. Se convierten en parte del paisaje, ruido de fondo entre la multitud de tareas que realizamos Cuando trabajaba en la agencia había días que apenas recordaba el sabor del sandwich que había “engullido” rápidamente delante del ordenador, ocupada en acabar un proyecto urgente. La lista de emails en bandeja de entrada pendientes de contestar, las reuniones interminables o las preocupaciones familiares tensaban mi cuerpo, me mantenían irritada continuamente y ocupaban mi mente despertardome en medio de la noche. Sentía ansiedad constante, incluso al salir del trabajo, a pesar estar en casa descansando con mi familia. El estilo de vida que vivimos en la ciudad es el de un corredor de maratón, siempre tratando de alcanzar alguna meta, algún logro, algún plazo. Los objetivos nos atrapan preocupados por completarlos. Si no cumplimos con las cuotas establecidas por nosotros mismos, nos sentimos culpables y nos estresamos por todas las cosas que no hemos hecho Nunca descansamos, nunca estamos presentes. Siempre viviendo en nuestro propio mundo de plazos. Un día decidí tomarme varios días de vacaciones, dejé ir mi estrés. No hice planes. No pensé en las cosas que necesitaba terminar. Simplemente observé el mundo y todo lo que me rodeaba. Descansé en la gloria de pasear por el campo con aroma a pino y ver una puesta de sol. El Mindfulness o atención plena al momento presente me ayudó a darme cuenta de esas señales para cuidarme y vivir más presente.

"Debes vivir en el presente, lanzarte en cada ola, encontrar tu eternidad en cada momento”. Henry David Thoreau

Jon Kabat-Zinn, profesor de medicina en Massachusetts University Medical School diseñó el programa MBSR (Mindfulness-Based Stress Reduction) de 8 semanas que utiliza técnicas de atención plena orientado a aliviar el dolor y mejorar el bienestar físico y emocional de pacientes con estrés alcanzando resultados asombrosos Ahora reconozco un momento estresante, sus señales y recuerdo que necesito estar presente y disfrutar mi tiempo con los demás. Si lideras un equipo de personas pregúntate ¿con qué nivel de estrés trabajan? El problema no es si tienen estrés sino su intensidad, que afecta a su productividad, satisfacción y rendimiento.

Escribeme a info@soyunicoempresas y te enviaré gratis una útil autoevaluación con la que tomarás conciencia de cómo estás tu y las personas que te rodean , para trabajar con excelencia y bienestar .

Minfulness me ayudó también a desarrollar todas las competencias de la inteligencia emocional , que el psicólogo Daniel Goleman reconoce imprescindibles para el rendimiento profesional : el conocimiento de quien y cómo soy, la gestión de mis emociones en la dirección adecuada, lograr automotivarme aumentando la energía y pasión en lo que hago y comunicarme eficientemente con los demás

Me enseño que estar presente en el mundo y notar las cosas a medida que ocurren me hace mejor profesional, madre, amiga y mejor persona. ¡Hasta pronto!